EL INTERNADO LAS CUMBRES

Una ficción que reúne grandes cuestiones humanas

 

Aunque una serie tan famosa de la industria cinematográfica española pueda parecer algo producto de la ficción, la producción en streaming de Prime Video esconde grandes temáticas sobre las cuales reflexionar.

 

La trama empieza con la vida de internado en una zona de las afueras de Madrid, los alumnos son tachados de niños problemáticos, pero la mayoría son producto de familias desestructuradas, son jóvenes y niños que se ven obligados a estar encerrados, y sometidos a un régimen de autoridad impuesto por los profesores, fundamentado en la disciplina y en la enseñanza más arcaica, están aislados del mundo, no disponen de formas de comunicarse con el exterior y todo pensamiento crítico que sacan a la luz es castigado duramente con métodos crueles. El presente trabajo de análisis se centrará en mencionar las anécdotas más significativas de la historia, encontrándose, entre ellas, el desarrollo de la persona como ser crítico, la disciplina y sus límites, el control del tiempo, la religión como se plantea en la ficción, la corrupción del ser humano, el sufrimiento, la vida, la muerte y la crueldad humana.

 

Durante todo el curso, centrados principalmente en El Criterio de Jaime Balmes, hemos ido desglosando a la persona, su mentalidad, su raciocinio, lo que le rodea, lo que debe anticipar, cómo debe pensar correctamente… Hemos podido comprobar que en todos los aspectos de la vida humana debemos tomar precauciones para evitar errores, engaños y deformaciones de la realidad. Este asunto también se halla reflejado en la serie, de hecho, una de las tramas centrales es la experimentación que llevan a cabo con los alumnos del centro sin su conocimiento. Los laboratorios Codax, se hacen con un compuesto botánico que altera la mente de aquellos quienes lo consumen, gracias a los efectos del compuesto los alumnos que son usados como sujetos de experimentación sufren de alucinaciones en las que ven recuerdos de otras personas, incluso imágenes terroríficas generadas por su mente, la amnesia provocada es otro de los factores de riesgo que padecen estos alumnos, pues son controlados en función de lo que les permiten recordar o no. 
 

Son controlados a base de mentiras, elucubraciones, construidas cuidadosamente por los corruptos científicos, en el capítulo VII del Criterio se transmite como debemos actuar ante la mentira o la sospecha de la misma, pues Balmes sostiene que el precepto de “piensa mal y acertarás” no es partidario de un buen pensador, debemos creer que en la mayoría de los casos, la persona que se dirige a nosotros no tiene la mala intención de engañarnos, y establece normas y condiciones, como las dos para conocer si un testimonio es válido: conocer si la persona no está errando involuntariamente o conocer si la persona está declarando a conciencia ideas falsas como verdades. 

 

Toda la obra de los científicos de Codax se basa en la manipulación, escogen a una joven investigadora de botánica y le proporcionan becas para que trabaje para ellos y sin que ella lo sepa, emplean sus descubrimientos en sus “conejillos de indias” (alumnos). Se hacen con el control de la mente, viven a base de secretos e ignoran la voluntad humana y el consentimiento, siendo estos pilares de la existencia civilizada. Todos sus proyectos son basados en un libro medieval de la Logia del Nido del Cuervo, el Draco Musca, un código redactado por esta antigua asociación religiosa en el que reside el secreto para la vida eterna, el código se divide en dos partes y se separa para que la información tan valiosa que contiene nunca caiga en las manos equivocadas, que es lo que acaba sucediendo con el Dr. Mendoza, termina siendo absorbido por su ambición al tener en su poder el Draco Musca, la pieza clave que hará próspera y posible su investigación.

 

Solo de la obra de los científicos se nos abren multitud de puertas que nos permiten hablar de la dimensión humana. La disciplina sociológica nos indica que la voluntad humana se genera a partir de los cuatro años de edad, de ahí que a los niños se les atribuya la “edad del no”, pues es cuando empiezan a comprender que son capaces de decidir, que su mente genera impulsos hacia las cosas que sí desea y que las distingue de las que no, eso no significa que ahora puedan actuar a su libre albedrío por completo, sin embargo, señala el principio de la capacidad crítica del individuo.

 

Grandes teóricos de la filosofía han tratado en su doctrina el concepto de la voluntad desde diferentes perspectivas, algunos más clásicos como Platón y Aristóteles exponen que es el sujeto el responsable de las decisiones que toma, que estas maneras de hacer son las que se toman con plena conciencia de causa, conociendo que, en caso de que haya repercusiones, sin importar si son negativas o positivas recaerán sobre nosotros, el discípulo de Platón añade también que debemos contemplar que hay acciones que emprendemos sin partir de nuestra propia voluntad, que llevamos a cabo por no conocer suficiente o por vernos envueltos en una situación en la que nos arrastra la corriente.

 

Posteriormente, encontramos otras perspectivas de la concepción de voluntad como la que mantiene el filósofo alemán Arthur Schopenhauer y su tesis de fenómeno y noúmeno (extraída de la doctrina kantiana), él presenta la voluntad como una fuerza ciega e irracional del universo, una sustancia superior que traza su camino y que siempre consigue lo que se propone, aquí podemos introducir el paralelismo con la definición de las pasiones de Balmes, “son ciegas, pero dan fuerza” y por ello son importantes, porque permiten que aunque haya obstáculos, se lleve a cabo aquello que se propuso desde el comienzo, y debemos dirigirlas por medio de la razón. El alemán plantea una perspectiva diferente de ver la vida, de hecho es considerado el gran pesimista, pues estima que la vida se mueve por pasiones y deseos que se materializan en objetos y al hacernos con ellos, la satisfacción es efímera y volvemos al sufrimiento o aburrimiento, en contraposición a los principios de Balmes que exponen que el ser humano llega a la felicidad cuando la razón prima, cuando la mente imagina, la emoción se abre paso desde el corazón y la fe se hace presente en el alma regalándonos ilusión y confianza en la humanidad.

 

La producción también trata el fanatismo religioso extremo, aquel que conduce a grupos sectarios, a un abuso de las personas y a una radicalización de la figura y el poder de Dios, desde la Logia del Nido del Cuervo, que hace rituales en los que se asesina a jóvenes vírgenes, para llevar a cabo sus ritos a la congregación que se hace cargo del internado que se dedica a hacer falsos exorcismos a los niños que manifiestan los efectos secundarios del tratamiento de Codax y a practicar una fe ciega sin tener en cuenta aquello que se encuentra sobre la tierra. Ambas casuísticas exponen relaciones tóxicas con la fe y espiritualidad y se alejan del verdadero propósito que las religiones quieren conseguir. Con esta radicalización religiosa también podemos relacionar varios elementos que conforman una simbología concreta.

 

Se puede observar claramente esta simbología de la Logia con sus rituales cuando son llamados, se les llama la atención prendiendo farolillos rojos en las colinas de las Cumbres y a cambio de su sabiduría se conduce el atroz acto de arrebatarle la vida a una joven pura, sacándole los ojos para que no pueda ver y posteriormente colgándola en un árbol hasta que de su propio peso se le parte el cuello, la víctima muere atemorizada por completo y será ese miedo el que de poder a la Logia para poder continuar con sus acciones. Con el desarrollo de la trama podemos ver como la Logia desde sus inicios se relacionaba al pacto con el maligno, pues las principales integrantes eran mujeres botánicas que al conseguir la vida eterna a partir de compuestos, se las consideraba brujas.  A decir verdad, ir detrás de estas brujas es un hecho histórico, instituciones como la Inquisición organizó varias persecuciones y quemas de brujas alrededor del final del medievo y comienzo de la modernidad en Europa (S.XV en adelante).

 

Sucesos similares se pueden observar en multitud de culturas, y es que por desgracia en muchas civilizaciones mayoritariamente analfabetas se consideraba que en el sacrificio humano residía un gran poder de ofrenda y respeto a los dioses. De hecho, hay civilizaciones no tan lejanas como las precolombinas que en su tradición contaban con ritos de exterminación multitudinaria, se calcula aproximadamente que en la cultura azteca morían entre una veintena y una treintena de miles de personas con la ocasión de celebraciones populares, es más las cifras indican que hubo más víctimas de los predecesores de Hernán Cortés que en el evento que recoge más crueldad en los últimos siglos, el holocausto nazi.[1]

 

Otro de los símbolos más icónicos que emplea la Logia es el tatuaje de la runa de la muerte en el cuerpo de aquellos que la integraban, que con el final de la segunda temporada descubriremos que únicamente quedan dos miembros, Inés y León, la supuesta hija de Mendoza y el joven profesor de música.  Cuando el grupo de amigos protagonista va descubriendo los secretos que esconde la institución que les educa, descubren que Inés en realidad es Alicia, una compositora nacida en el año 1902 que había formado parte de la secta y por ello no había envejecido ni un solo día. Hacia el final de la segunda temporada, los alumnos encuentran un archivo de un hospital de campaña de la Guerra Civil Española (1936-1939) que contiene filmaciones de ella ejerciendo de enfermera junto con el que será su paciente y amado León, de quien se enamora mientras él se aproxima a la muerte. Su vínculo es tan profundo que ella pide auxilio a la Logia para concederle a su amado la vida eterna y que puedan ser felices por siempre, y lo consigue sacrificando una de las niñas que colaboraban en el hospital establecido a la vera del internado.

 

Es más, será la imagen de la niña vestida de blanco quien llevará a Amaia (alumna) a pillar in fraganti al aterrador y cruel asesino de niñas, que resulta ser el profesor de religión del centro. Los efectos de la medicación de Codax junto con las transfusiones de sangre que realizan entre ella e Inés/Alicia, le permitirán revivir hasta el día del atroz crimen, presenciando como sucede lo mismo con su querida amiga Paz (alumna), que muere inevitablemente como efecto colateral de la broma que Eva, una alumna con serios problemas de adicción, lleva a cabo encendiendo los farolillos rojos en las Cumbres porque le parecía divertido bajo el efecto de múltiples estupefacientes. Un elemento menos radical de simbología religiosa es la procesión de nuestra señora de las cumbres que organiza la congregación a cargo del internado, esto muestra una tradición religiosa más común que también se identifica como significativo. 

 

La muerte no solo se plantea en formato de asesinato, o de agresión perpetrada por un externo, sino también podemos ver varios intentos de suicidio iniciados principalmente por Manuel y Adele (alumnos), es tal la tensión, la frustración, el terror y la desesperanza que viven estos personajes que intentan quitarse la vida, en el caso de Adele más de una vez.

 

Manuel es el primer alumno que secuestra Codax para la parte de los experimentos más dura, pues se pierde cuando intenta escapar del internado en el bosque con sus compañeros, los que lo acompañaban son encontrados por el equipo de seguridad del internado, pero él no, lo siguiente que se ve de él es como lo torturan durante varios días teniéndolo encerrado en una habitación subterránea sin acceso a comida o bebida a modo de castigo por su comportamiento impertinente. Consigue escapar con el tópico carcelario de crear un conducto con un cubierto modificado, pero una redada de la guardia civil alerta a los científicos y termina por ser trasladado a la temida Sala 3, lugar donde se deja inconsciente a los pacientes y dan lugar las pruebas más invasivas, juguetean con su memoria, con sus ideas y con su persona, a base de estímulos y reacciones químicas. Una tercera vez hace el intento de huir, al no conseguirlo decide autolesionarse y escribir un mensaje con su sangre para cuando lo encuentren, está agotado de todas las pruebas, pero los de Codax consiguen llegar a tiempo a evitar su muerte. No será hasta el cuarto intento en el que consigue escapar de los laboratorios para acabar otra vez en el internado en el que sus amigos y compañeros encontraran extraño y diferente. 

 

Este es un claro ejemplo de cómo la desesperanza puede llevarnos a desear abandonar la vida, algo condenando en muchas religiones, principalmente aquellas en la que Dios es el creador, pues se rechaza y echa a perder la vida que ese ha concedido a la persona. La doctrina filosofía la aborda desde diferentes perspectivas, Platón por ejemplo transmite que la persona en sí misma no debe tener el poder de disponer de su propia vida, que el comienzo y el final de esta se han de dar por causas naturales o concebidas por el mundo ideal, al ser su teoría una que apoya firmemente los principios de la reencarnación con el fin de purificar el alma para su retorno al mundo de las ideas, tiene sentido pensar que atentar contra la propia vida interrumpe o desvía ese ciclo que el alma debe seguir hasta ser digna al retorno del mundo puro, de su doctrina también extraemos que el filósofo o el buen pensador no le teme a la muerte, la conoce y sabe que es algo que sucederá, de facto, esta conciencia de que la persona muere en algún momento se puede ver expresada de muchas maneras incluso fuera de la filosofía, con el tópico literario memento mori o omnia mors aequat, que alientan a vivir una vida completa recordando que la muerte es algo que nos llega a todos, que nos posiciona en el mismo lugar y que es algo inevitable.

 

Los repetidos intentos de suicidio de Adele se dan por sentirse incomprendida y alienada del mundo, en este caso parece ser que su situación personal es uno de los factores de riesgo, pues su madre es encarcelada por ser responsable de las muertes de unos jóvenes que se habían involucrado en experimentos anteriores de Codax, a una edad muy temprana, interrumpiendo así el desarrollo de la estima y generando una serie de efectos traumáticos en ella. También toma importancia el descubrimiento de la identidad sexual por la que todos los adolescentes pasan en su etapa de crecimiento o segunda socialización, cuando aprenden por sí mismos, Adele descubre que se siente atraída por las mujeres y que eso la hace diferente a la expectativa que se tiene de ella. Durante el desarrollo de la trama podemos ver como se involucra en relaciones tóxicas y como crea vicios como la autolesión para aliviar ese dolor que le corroe su dimensión interna.

 

El caso de Adele sería más fácil de comparar con la perspectiva teórica del suicidio de Marx, quien lo atribuye como un efecto de la presión social y de las tendencias que exigen demasiado del individuo, Karl Marx plantea su perspectiva acerca del capitalismo, que afirma que es un sistema económico que va de la mano con la desgracia y las crisis, pues al dejar al colectivo como elemento residual y focalizarse en el individuo es la personalización del egoísmo. Esta perspectiva se plantea en la trama cuando se refleja la presión social por mantener unas expectativas concretas, unos estándares de comportamiento, disciplina, incluso apariencia física que conllevan a un sobre estrés que impida regular y modular los sentimientos como la desesperanza, lo que se podría clasificar en sociología de Émile Durkheim como el suicidio egoísta manifestado a través de un déficit de integración en el grupo /comunidad.

 

Los efectos de la forma de desarrollar la imagen y autoridad del centro son tan autoritarios que es incluso posible encontrar elementos en común en regímenes totalitarios como el nazismo. Desde la intención de formar una masa acrítica de alumnos como buscaba hacer Hitler por vía de la propaganda desarrollada por Goebbles, utilizando instalaciones o comunicaciones del centro en todo momento para posicionarlo como la salvación única a la desgracia de ser indisciplinados, esto mismo es lo que se hacía con los medios de comunicación alemanes durante el nazismo, la radio por ejemplo emitía cada pocos minutos locuciones acerca de lo positivo que era el régimen y como Hitler personificaba la salvación de las desgracias de todos los alemanes arios.

 

Asimismo, la especie de rezos que se imponen a los alumnos antes de cada comida o tras cada castigo, mostrando fidelidad y agradecimiento al gigante de la institución y divinizando el poder que esta impone, pasaba lo mismo con totalitarismos como el alemán que hacía aprender en las juventudes hitlerianas, una serie de oraciones que recitar antes de las comidas como si se estuviera bendiciendo la mesa que decían:

 

[2]¡Fürher, mi Fürher, concedido a mí por el Señor,
¡Protégeme y resguárdame mientras viva!
Tú has salvado a Alemania de la más profunda aflicción.
Hoy de doy gracias por mi pan cotidiano.
Estate mucho tiempo junto a mí, no me desampares.
¡Fürher, mi Fürher, mi fe y mi luz!
Heil, mein Fürher.

 

Gracias a ti por esta generosa comida.
¡Protector de la juventud y de los ancianos!
Sé que tienes desvelos, pero no te inquietudes.
Estoy contigo día y noche, descansa tu cabeza en mi regazo.
¡Ten, mi Führer, la seguridad de que eres grande!
¡Heil, mein Führer!

 

Estas oraciones, que poseen un claro parecido con las tradicionales cristianas como el Padre Nuestro, eran otra forma que tanto los nazis como la dirección del internado usaba para entrar en las mentes de los jóvenes. De la misma manera que en el internado en las juventudes hitlerianas se educaba a los niños en una serie de valores, en los que más convenían a la comunidad y sus dirigentes en cada caso. Siendo el terror un medio para el control, representando a los líderes como grandes gigantes todopoderosos que mantienen el control del mundo a diferentes escalas, y siendo los demás un conjunto de súbditos condenados a conocer aquello que se les permite.

 

La sociedad distópica que plantea George Orwell en 1984 no se alejara demasiado de estas concepciones. La función del ministerio de la verdad la cumple el claustro de profesores y la dirección del centro, concediéndoles solo acceso a la conjunta de libros de la biblioteca, ejerciendo claramente la censura. Los tres ministerios Paz, Verdad y Amor, son representados y ejercidos por la dirección del centro, junto con la colaboración voluntaria o no del claustro de profesores y sometiendo a los alumnos. Censuran la verdad, la información disponible a consulta, las comunicaciones con el interior y el exterior y modifican a su antojo toda prueba documental que les pueda incriminar del más mínimo delito (posverdad). No únicamente juegan con los alumnos, sino que les hacen imposible el crecimiento personal, la mejora de su estatus, el poder ser libres y ejercer sus voluntades, desmienten sus acusaciones frente a las pocas interacciones que tienen con el exterior con entidades como los responsables de los jóvenes o las autoridades policiales, y acaban con la vida de aquellos que se interponen en el camino de la vida eterna (metas de Codax). 

 

La dirección ejerce a la perfección la función de la Policía del pensamiento, aniquilando cualquier atisbo de crítica o inconformidad, aplicando duras condenas. Desde largos castigos a la intemperie, a encerrar a los alumnos en mazmorras frías y aisladas del resto del grupo, dejarles sin comer, sin dormir. Por lo contrario, los alumnos y principalmente los protagonistas ejercen el perfecto rol de la Hermandad, personas en contra del sistema restrictivo que viven y actúan en la sombra hasta poder conseguir sus objetivos. Las telepantallas se sustituyen por sistemas cosmopolitas de vigilancia, el programa del Partido por las normas de la institución y así con cada uno de los elementos se traza la similitud. El Gran Hermano de Orwell, el Hitler del Nazismo e incluso el Internado que ejerce el poder en la ficción utilizan el impartir terror como un método para alcanzar el poder, para controlar a las masas, para despojarlas de iniciativa y mantenerlas intimidadas.

 

El olvido es otra de las temáticas que se experimenta a través de los personajes y que también se había planteado previamente en obras como la de Orwell. En la novela del inglés podemos ver como se manipulan directamente los medios de comunicación y los archivos históricos, pero en la serie de Prime Video, el olvido se manifiesta como una forma de castigo, de agonía. Los miembros de la Logia que han empleado del poder del Draco Musca para gozar de la vida eterna están condenados al olvido, a que su mente deje de recordar los detalles que conforman su personalidad, las características de quienes les rodean, las memorias. La identidad. Es el precio a pagar por haber luchado en contra de las leyes de la naturaleza, por cruzar la barrera de lo absolutamente imposible, como diría Balmes.

 

La vida eterna no es natural, por eso va cargada de todo el sufrimiento del sacrificio humano, la condena del olvido… Pues no se expone desde la concepción que podían haber planteado los egipcios en la antigüedad, una vida que empieza en la tierra y que se amplifica al cruzar al otro lado, a un paraíso espiritual en que la persona goza del disfrute pleno. En un principio solo la realeza tenía el acceso VIP al cielo, pero con la progresión del imperio egipcio el resto de mortales consiguieron el acceso a la vida de ultratumba, eso sí, tras el juicio de sus actos a manos de Osiris, es como si al morir las personas debieran presentar los antecedentes penales para saber si se les daba entrada a la otra vida, de hecho como parte de esta tradición se pesaba el corazón del difunto, de aquí que posteriormente se haya elegido la balanza como el símbolo de la justicia, se pesan las bondades y los crímenes y se escoge aquello más licito. [3] Se concluye que luchar e intentar impedir el ciclo natural de la vida se paga a un precio muy alto, olvidando todo aquello por lo que se deseaba evitar a la muerte, es la forma que presenta la ficción de equilibrar la balanza.

 

Al final, como muchas de las grandes preguntas de la humanidad, todo termina por someterse al tiempo. Elemento paradójicamente preciso e impreciso, medible, pero inmedible del que no nos encontramos en plena conciencia mientras vivimos. Acumulamos experiencias que sin gran diferencia viajan entre el pasado, el presente y el futuro. Agustín de Hipona afirma que solo somos capaces de medir aquello que sucede en el exacto presente, pero qué es el presente, qué es revivir un recuerdo, cuándo se ha terminado… Todas preguntas que no podemos responder con horas, minutos o segundos, tampoco con semanas.  De Platón a Heidegger ha saltado el tiempo y no ha conseguido aun pensador alguno definirlo universalmente. Bajo mi punto de vista, la ficción consigue presentar una idea redonda y completa de lo que sucede en situaciones cotidianas como la adolescencia, con una mezcla de ficción e historia que lleva a grandes reflexiones sobre la persona y la condición humana.

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REFERENCIAS BILIOGRAFICAS:

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Canibalismo, sacrificios y totalitarismo: la verdad sobre el Imperio azteca que se encontró Hernán Cortés. (2019, 28 marzo). ABC. https://www.abc.es/historia/abci-canibalismo-sacrificios-y-totalitarismo-verdad-sobre-imperio-azteca-encontro-hernan-cortes-201903270213_noticia.html

 

Colomé, S. P. J. |. (2015, 5 marzo). La vida eterna, un invento de los faraones. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/cultura/20150305/54428743005/vida-eterna-faraones.html

 

 

Ernesto Valdivieso, V. (2017). El suicidio desde Platón y Karl Marx. Dos visiones distintas ante un mismo problema filosófico. Universidad Autonoma de Colombia, 12(2), 50–61. https://revistas.udea.edu.co/index.php/versiones/article/view/330613

 

Felipe Palacio, A. (2010). LA COMPRENSIÓN CLÁSICA DEL SUICIDIO. DE Resumen ÉMILE DURKHEIM A NUESTROS DÍAS. Afectio Societatis, 12, 1–12. http://antares.udea.edu.co/~psicoan/affectio12.html

 

Henningsen, G. (s. f.). La inquisición y las brujas. Dialnet. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5562701

 

Invocaciones de los niños de Colonia en las comidas. (2011, 4 agosto). Fuentes para la Historia del Mundo Contemporáneo. https://hmcontemporaneo.wordpress.com/2011/08/04/invocaciones-de-los-ninos-de-colonia-en-las-comidas/

 

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